Si hoy hiciéramos un ejercicio de introspección y desde el fondo de nuestro corazón nos preguntáramos cuánto tiempo hemos perdido en nuestra vida, ¿cuál crees que sería el resultado de ese ejercicio? ¿Consideras que has aprovechado al máximo tu vida o por el contrario has perdido mucho tiempo en cosas que no te han ayudado a crecer como persona?
Aquí lo primero sería definir qué es perder el tiempo, y en este punto pueden haber tantas definiciones como personas, lo que para una persona puede ser “perder el tiempo” para otra persona puede ser algo de mucho provecho, o solo un medio para llegar a lo que quiere. Entonces no vamos a desgastarnos mucho buscando la definición perfecta o exacta de qué es perder el tiempo, cada uno lo definirá a su propio criterio, y el criterio de cada persona es correcto.
Pero más allá de perdernos en definiciones, me gustaría que analicemos ¿cómo utilizo mi tiempo? ¿Estoy realmente aprovechándolo al máximo? Recuerdo un día alguien me dijo (no puedo citar porque la verdad no recuerdo quien fue, pero la frase si se quedó en mi cabeza):
“(…) usted puede tener todo el dinero del mundo, que por más dinero usted no puede comprar una hora adicional para tener un día de 25 horas(…)”
Esta frase sin duda me marcó mucho en mi forma de pensar, y si bien es cierto en muchas ocasiones yo también he perdido el tiempo con cosas no tan necesarias, sin duda fue un antes y un después.
TODOS TENEMOS LAS MISMAS 24 HORAS
Y es que si nos ponemos a pensar todas las personas tenemos las mismas 24 horas al día, y a como hay personas que hacen demasiadas cosas y son muy productivas, hay otras personas que dicen que no les alcanza el tiempo para nada, que no pueden hacer todo lo que necesitan, y todavía peor, cuando les preguntas por qué no hacen algo que quieren o deberían hacer la respuesta es: “No tengo tiempo”. Nuestro problema no es de tiempo, es de cómo lo administramos.
Si yo te preguntara por tres cosas que te gustaría hacer, pero que no haces “por no tener tiempo” ¿qué me dirías? ¿Cuáles serían esas respuestas de cosas que “quieres hacer” pero que no te alcanza el tiempo? Sin duda hay muchísimas posibles respuestas, pero dentro de las que más frecuentemente escuchamos podemos destacar: hacer ejercicio, leer, aprender un idioma, estudiar algo nuevo, emprender algún negocio, compartir con mi familia, etc.
Ahora bien, si hicieras una lista con todas las actividades que tienes en tu día normal, desde el momento en que te levantas, hasta el momento en donde te acuestas, de lunes a viernes, y el fin de semana, realmente podrías decirme que no hay un espacio de 15 minutos por ejemplo, solo 15 minutos en el día, no puedes sacar esos 15 minutos???? Creo que todos conocemos la respuesta, si podríamos hacer ese espacio. Entonces, ¿qué puedo hacer con sólo 15 minutos?
Pues si lo analizamos bien, un pequeño espacio de 15 minutos diarios son más de 90 horas al año.
¿Cuántos libros puedes leer en 90 horas? ¿Cuánto ejercicio puedes hacer en 90 horas? ¿Cuántas llamadas o visitas puedes hacer a familiares y amigos en 90 horas? ¿Cuánto puedes aprender de un nuevo idioma en 90 horas? ¿Cuánto puedo avanzar en mi emprendimiento en 90 horas?
Si lo analizamos con detenimiento solo 15 minutos diarios, a través del tiempo me pueden significar muchos beneficios en cualquier área de nuestra vida, y son solamente 15 minutos de ser conscientes en lo que voy a invertirlos, es traer a mi mente y plasmar lo que quiero hacer con ese tiempo, que posiblemente si lo dejo al azar puede que los utilice en temas que no me producen nada, como estar viendo redes sociales, o solo acostado viendo televisión o escuchando música.
Un pequeño esfuerzo bien enfocado puede cambiar muchísimo el resultado.
Seamos conscientes de nuestro tiempo
Cuando comenzamos a ser conscientes de las cosas, ya vemos el uso del tiempo de una forma distinta, ya dejo de estar en lugares que no quiero estar, de tener conversaciones que no me aporten a mejorar en algún aspecto, me alejo del chisme, de las conversaciones vacías, comienzo a analizar con quien comparto mi tiempo, y esto implica trabajo, pareja, amigos, familia, todo.
Cuando me hago consciente de que mis 24 horas son muy limitadas, realmente busco aprovechar al máximo mi tiempo, a valorarlo y a dárselo a quien realmente lo valora y lo vale. Hago que si voy a visitar a alguien, realmente sea visitar a esa persona y no estar revisando mi celular a cada rato a ver qué hay de nuevo en redes sociales. Comienzo a dedicar tiempo de VALOR a cada actividad que hago, y eso me hace mucho más productivo y eficiente en todos los aspectos de mi vida.
El tomar consciencia del tiempo, y lo limitado que es, incluso hace que mi espera en el tráfico sea algo que aprovecho, puedo escuchar podcast, audiolibros, aprovecho para conectar con la inteligencia infinita como diría Napoleón Hill y que la creatividad genere lo que en ese momento pueda generar, muchas de las ideas para estas entradas al blog o para otros contenidos que comparto surgen de ahí, surgen de destinar mi tiempo conscientemente a algo más que solo dejarlo pasar.
Es tomar acción hacia aprovechar el tiempo y usarlo en algo que agregue valor, y si muchas veces llego de mi trabajo y me acuesto a ver televisión, también llego cansado de mi trabajo, pero ahora que soy más consciente es algo que me permito una vez perdida, y lo uso como tiempo para recuperar energías, para descansar mi mente, siempre es tiempo invertido con un propósito.
Y mi tiempo con las emociones???
Ahora bien, más allá del tiempo que perdemos y podríamos utilizar en cosas más productivas, quisiera que analizáramos otro aspecto súper importante que algunas veces se nos pasa desapercibido en cuando al tiempo, y es el tiempo y nuestras emociones. ¿Cuánto tiempo perdemos enojados con alguien o por alguna situación? ¿Cuánto tiempo perdemos tristes porque las cosas no salieron como nosotros queríamos? ¿Cuánto tiempo perdemos esperando que sea la otra persona que venga y se disculpe conmigo? ¿Cuánto tiempo perdemos llorando y quejándonos por lo que pasó o dejó de pasar?
Y aquí quiero aclarar, que vivir todas esas emociones es importante, es importante darnos el momento para estar enojados, tristes, para llorar. Todo eso es importante, debemos vivir las emociones, pero:
¿no creen que en algunas ocasiones nos tomamos más tiempo del necesario para vivir estas emociones y nos quedamos atascados?
Cuánto tiempo nos queda a cada uno de nosotros aquí en la tierra no lo sabemos, y el problema es que en ocasiones vivimos como si fuéramos inmortales, se nos olvida que todos tenemos el tiempo contado, y nuestros días solo tienen 24 horas. Así que después de estas palabras quisiera invitarte a la reflexión, ¿cómo estás invirtiendo tu tiempo? ¿Estás usando la excusa de no tengo tiempo para dejar de hacer lo que quieres / debes hacer? ¿De qué te estás perdiendo por vivir demasiado tiempo con emociones negativas? ¿Qué oportunidades te estás perdiendo por no aprovechar tu tiempo de la mejor forma?
Y la pregunta más importante de todas:
¿Qué vas a comenzar a hacer de una forma distinta y mejor a partir de ahora para aprovechar tu tiempo en todos los aspectos?
Me encantaría que me dejaras en los comentarios cuáles son tus planes de acción a partir de ahora. Nos vemos en el próximo blog.
Saludos de tu Coach César Bolaños
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